El
Ala 23, inicialmente denominada Escuela de Reactores, comenzó su andadura
el 10 de Diciembre de 1953, siendo su primer Comandante el Teniente
Coronel José Ramón Gavilán y Ponce de León. Su finalidad era proporcionar
a los pilotos del Ejército del Aire la formación necesaria, para que
su adaptación de los aviones convencionales de pistón, a los nuevos
reactores que en breve llegarían de los EEUU, como consecuencia de los
Acuerdos de Cooperación, fuera plenamente satisfactoria. La Base aérea de Talavera la Real (Badajoz),
hogar de esta unidad desde su nacimiento, recogió el testigo del antiguo
aeródromo de
Las Bardocas, situado muy cercano, en la margen
derecha del río Guadiana, donde se formaron numerosos pilotos durante la Guerra Civil
Española, y de la escuela de caza de Morón de la Frontera (Sevilla).
En
Marzo de 1954 llegaron a la Base de Talavera los Lockheed T-33A, primer
avión de enseñanza que se integró en la Escuela, y que pasó a la historia
de la unidad y del Ejército del Aire español al protagonizar
el primer vuelo de una avión de caza a reacción en su seno, el 24 de
Marzo de 1954. El 3 de Noviembre de 1969, la Escuela de Reactores
alcanzó la histórica cifra de 100.000 Horas de vuelo, honor que correspondió
a un aparato T-33A, tras 15 años de funcionamiento de la Escuela. El
23 de Marzo de 1987, la Escuela de Reactores pasó a denominarse Ala
nº23 de Instrucción de Caza y Ataque, y sus escuadrones se convirtieron
en los 231 y 232, conocidos como los “Patas Negras” del Ejército del
Aire. El
Northrop CASA F-5B, actual modelo en servicio en la unidad, se incorporó
a sus filas el 12 de Diciembre de 1970. Supuso un importante salto cualitativo
en la formación impartida en la escuela, y ha resultado ser un excelente
avión de enseñanza. El 4 de Noviembre de 1976, alcanzó la cifra de 25.000
Horas de vuelo, que el 15 de Octubre de 1982 serían 50.000, el 9 de
Mayo de 1988, 75.000 horas y el 11 de Abril de 1996 se alcanzaron las
100.000 Horas de vuelo de este modelo, que a lo largo del año 2002 cumplió
las 125.000 horas de servicio. En la actualidad, el Jefe del Ala 23 es el Coronel D. Ángel Fernández de Andrés, y los F-5M, están siendo sometidos a un nuevo proceso de modernización, básicamente estructural, que incluye la sustitución de las alas, que se suma al proceso de modernización, realizado anteriormente y que afectó principalmente a la aviónica, cambiando completamente la apariencia de las cabinas, ahora muy similares a las de los F-18 o EF2000, con lo cual la adaptación de los nuevos pilotos de caza, salidos del Ala 23, al llegar a las unidades del Ejército del Aire, dotadas con F-18 y Eurofighter, es mucho más sencilla. Hasta
la fecha, el Ala 23 ha acumulado en total más de 250.000 horas de vuelo,
en cumplimiento de su cometido de adiestrar como pilotos de caza a oficiales
del Ejército del Aire. Estás horas, y los pilotos adiestrados, se distribuyen
de la siguiente manera entre los tipos de aviones utilizados:
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