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"El Coronel jefe del Ala 23, y Jefe del sector aéreo de Badajoz, les da la bienvenida y espera que disfruten de una agradable y entretenida jornada en la cuna de los pilotos de caza del Ejército del Aire"


     Con estas atentas palabras, haciendo gala de la tradicional hospitalidad de la Base aérea de Talavera, fuimos recibidos los más de 10.000 asistentes a la Jornada de puertas abiertas, celebrada en una atípica mañana de primavera, con un cielo cubierto, y que sólo nos dejó ver el sol en contadas ocasiones.

     Se cumplían 30 años de presencia de F-5B en la Base aérea, y en los cielos extremeños, donde su silueta se ha hecho tan familiar como la de la entrañable cigüeña.

     Por primera vez desde 1981, tenía lugar un acto de estas características en la Base aérea de Talavera, y los aficionados a la aviación no ibamos a dejar pasar la oportunidad que se nos ofrecía. Se prometía una excelente jornada aeronaútica y se cumplió sobradamente lo prometido. La organización fué perfecta desde el inicio, empezando por el complicado tema del acceso y aparcamiento dentro de la Base, que quedaba solucionado en pocos minutos, a pesar del gran número de personas que acudimos al evento, y aunque la mañana no era la idónea para el tema fotográfico, todos asistimos dispuestos a inmortalizar los mejores momentos del día, momentos que recogen las fotografías que ocupan esta página, y que espero que disfrutes

    
A la entrada del recinto, el recibimiento corría a cargo de un P-3 "Orion", el 22-21, perteneciente al Grupo 22 de lucha antisubmarina, y con base en Morón de la Frontera.

    
Por la calle de rodaje, salpicada de diferentes aparatos de Ejército del Aire y civiles en exhibición estática, se accedía a la zona de aparcamiento, donde se encontraban los aviones que más tarde saldrían a volar. En primer lugar nos encontrábamos los aviones civiles, el Sukhoi, la Bücker, y los Texan T6 y el Saeta de la Fundación Infante de Orleans (FIO), y a continuación estaban dispuestos los aviones del Ejército del Aire, los CASA 101 de la Patrulla Aguila, los F-5B anfitriones, un Harrier AV-8B, y un Mirage F-1.

    
La primera exhibición aérea del día, la llevó a cabo la Patrulla del Ala 23, formada por 4 aviones F-5B, denominados AE-9 por el Ejército del Aire. Más tarde otro aparato, perteneciente también a la patrulla del Ala 23, realizaría una exhibición "solo". Pese a la edad de este modelo, no deja de sorprender el partido que saben sacar de sus características de vuelo, los pilotos que a diario los vuelan en el Ala 23. Hay que destacar el hecho de que, muy probablemente, tras las últimas modernizaciones, casi reconstrucciones, que se le han hecho a los F-5B, éste alcance los 40 años de servicio en el Ejército del Aire, dejando patente su importancia dentro de la formación de los pilotos de caza españoles.

    
A continuación, le toco el turno a la patrulla acrobática paracaidista del Ejército del Aire (PAPEA), que nos deleitó con unas fantásticas maniobras, que llevaron a sus parapentes al límite de lo imaginable. Como ejemplo, basta ver esa increible formación "Tie Fighter", o la formación 3+1, volando un parapente en invertido. Realmente se ganaron la admiración de todos los presentes.

    
El AV-8B "Harrier II", se ha convertido en elemento imprescindible en cualquier acontecimiento aéreo, y siempre resulta espectacular ver su "baile" en estacionario, mientras cabecea saludando al público. Este avión en concreto, el 01-910, pertenece a la 9ª Escuadrilla de Aeronaves de la Armada Española, creada en 1987, y fué recibido el 31 de Agosto de 1988, procedente de la US Navy.



    
El único helicoptero presente en la jornada, fue un Sikorsky S-76, con base en Armilla (Granada), y perteneciente al Ala 78, que realizó uan bonita y precisa exhibición de vuelo. 

    
El toque histórico del día, estuvo protagonizado por los aviones de la Fundación Infante de Orleans, con sede en Cuatro Vientos (Madrid), donde realizan exhibiciones en vuelo los primeros domingos de cada mes. El encomiable trabajo que desarrolla esta institución, restaurando y manteniendo en vuelo aviones históricos, es cada vez más conocido en nuestro pais, aunque fuera de nuestras fronteras, es apreciado desde hace tiempo. Contribuyeron a la exhibición, con un ejemplar de HA-200 "Saeta" y dos T-6 "Texan", que ejecutaron un perfecto y vistoso vuelo en formación. Es toda una delicia poder contemplar un ejemplar del primer reactor español en vuelo.

     Otro apartado imprescindible en cualquier acontecimiento aéreo que se precie, es la acrobacia, o dicho de otra manera, el arte de conseguir que un avión haga lo que no puede hacer, y siga volando. Y para demostrar práticamente este concepto, quien mejor que el actual campeón de España, Ramón Alonso, a bordo de su Sukoi. Cualquier fotografía se queda corta a la hora de reflejar la estupenda exhibición de la que fuimos testigos.

    
También contamos con la presencia de un veterano Mirage F-1, del Ala 14 con base en Los Llanos (Albacete), en concreto el 14-50, llegado a España el 23 de Agosto de 1994, aunque salido de fábrica en 1983. Realizó una completa exhibición, con virajes cerrados y pasadas en invertido con "todo fuera", y a gran velocidad, dejando constancia de que es el avión más rápido con que cuenta el Ejército del Aire en este momento.



     El colofón de la jornada estuvo a cargo de la Patrulla acrobática del Ejército del Aire, que realizó una perfecta exhibición, dando prueba de la gran preparación de todos sus pilotos. Sus maniobras se sucedieron de forma coordinada y precisa, y contribuyeron a que todos nos marcháramos a casa con un estupendo recuerdo de la jornada que acabábamos de vivir.