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Entre los días 13 y 21 de Diciembre de 2008, tienen lugar unas jornadas del Ejército del Aire en la localidad de Morón de la Frontera (Sevilla). A lo largo de estas jornadas se llevan a cabo diversas actividades culturales (Ver Programa de actos), que culminan el 20 de Diciembre con la inauguración de un monumento del RF-5A numeral AR9-56, en una glorieta de la localidad, y con una Jornada de Puertas Abiertas en la Base Aérea de Morón, el Domingo día 21. Mientras tanto, y a lo largo de toda la jornada, los aviones expuestos en la exhibición estática, atraían la atención del público, y sus tripulaciones se volcaban en atender la curiosidad de los que se acercaban a verlos en detalle. Especialmente llamativo era el F-18 del Ala 12, cuyas dos derivas habían sido decoradas con motivo del 50 Aniversario de la unidad celebrado recientemente. El EF2000 del Ala 11 se exponía con todos sus equipos auxiliares de puesta en marcha y carga de armamento, y el P-3 del Ala 21, desplegaba frente a él toda su panoplia de armamento. Como ya es tradición, miembros de todas las unidades ponían a disposición de todos los interesados su repertorio de recuerdos, en forma de pegatinas, posters, llaveros, camisetas... etc. El P-3 Orion iniciaba la parte dinámica de la jornada, con la espectacular puesta en marcha de sus cuatro motores, que marcaron con su estela el despegue del Orion. A continuación realizó unas preciosas pasadas, antes de alejarse de la zona. Ahora era el momento de los cazas, y el primer turno le correspondió al Mirage F-1 del Ala 14, que llevó a cabo una bonita y completa exhibición. Siempre resulta espectacular oir el rugir del motor SNECMA de 7.200 Kg de empuje, capaz de poner al avión a 2.350 Km/h, convirtiéndolo en la aeronave más rápida del Ejército del Aire en estos momentos.
El EF2000 del Ala 11, cerró brillantemente la actuación de los cazas en esta jornada, demostrando su potencia y su agilidad, enlazando una completa tabla de maniobras, y enseñando sus toberas iluminadas en más de una ocasión. Una vez completada su exhibición, no se olvidó su piloto de saludar al público extendiendo el aerofreno, antes de dirigirse a su aparcamiento. Llegaba el momento de ir recogiendo, pero antes el P-3 regresaba a "casa", y nos regaló unas bonitas pasadas, antes de tomar tierra. Preciosa estampa la de este avión, que acumula muchos años de servicio a sus espaldas, y que sigue en activo en muchos paises del mundo, realizando labores de vigilancia marítima. Ya sólo quedaba tiempo para abandonar la Base y tratar de buscar un sitio donde recuperar fuerzas despúes de la mañana vivida. Otra estupenda jornada aeronaútica. |
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