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Las previsiones meteorológicas eran pesimistas, se anunciaba lluvia para el día 31 de Mayo, y al final los pronósticos se cumplieron. El día amaneció lloviendo débilmente, lo que no impidió que antes de las 9:30 una fila de coches se encontrara detenida a la entrada de la Base Aérea, esperando que se abrieran las puertas, y diera comienzo la Jornada de Puertas Abiertas, organizada con motivo del Día de las Fuerzas Armadas, cuyo desfile tendría lugar al día siguiente en la ciudad de Zaragoza. El resto de la plataforma estaba ocupada por una extensa representación de aviones en exhibición estática, encabezados por un Eurofighter del Ala 11, cuya cabina podía ser visitada, un EF-18A del Ala 15, también abierto al público, otro EF-18A que presentaba algunos de sus registros abiertos, dejando al descubierto parte de sus equipos, un helicóptero Sea Hawk de la Armada, un CASA 101, un AV-8B Harrier, un EF-18B con toda su espectacular panoplia de armamento desplegada frente a él, un Mirage F-1 del Ala 14, un Canadair del Grupo 43, un C-295 del Ala 35, y dos C-130 Hércules del Ala 31. Mientras se desarrollaban los vuelos de los Hércules dando bautismos del Aire, tuvo lugar en el centro de la plataforma una exhibición de perros policia y halcones, que fué ampliamente seguida por el público. Casi sin tiempo para despistarse, entraba en pasada el grupo de aviones que simulaba un reabastecimento en vuelo, encabezado por un C-130, que daba de "beber" a dos EF-18 del Ala 15. Impecable formación. Ahora le tocaba el turno a la demostración de un salvamento de combate, con la participación de un helicóptero AS 332B Super Puma (HD-21), dos EF-18, un C-130, y el EADA (Escuadrón de apoyo al despliegue aéreo). El ejercicio se desarrolló con brillantez, mientras era explicado con detalle a través de la megafonía. En primer lugar el reconocimiento de la zona por los dos F-18, que una vez asegurada el área de aterrizaje, se mantenían orbitando y dando protección al Helicoptero que protagonizaba el salvamento, y desde el cual descendieron los miembros del EADA mediante una "fast rope". Por último el C-130 realizaba un aterrizaje de máximo rendimiento en la "zona marcada", recogiendo a todo el personal. La lluvia daba un descanso pero las nubes seguían cubriendo el cielo. La parte positiva eran las exageradas condensaciones que producían los aviones en sus maniobras, y que ofrecían imagenes no captadas en otras exhibiciones. A continuación le llegó el turno al Mirage F-1 del Ala 14, que realizó una estupenda exhibición, mientras la lluvia comenzaba a caer con cierta intensidad. Los paraguas aparecieron al mismo tiempo que la cámara de foto se escondía, y los que no disponían de paraguas se cobijaban bajo lo que podían. El Ala de un F-18 resultó un sitio estupendo para disfrutar de las maniobras del F-1 a salvo de las gotas de lluvia. Era el momento de la exhibición del Av-8B de la Armada, que nos dejó algunas de las imágenes más espectaculares del día. Su despegue envuelto en una nube de vapor resultó impresionante, así como su posterior vuelo estacionario frente al público. Realizó un aterrizaje y un posterior despegue corto, antes de aterrizar definitivamente entre otra nube de vapor. El público premió su exhibición con su aplauso mientras el avión se desplazaba por la calle de rodaje. Entraba ahora en acción el Eurofighter del Ala 11, al mismo tiempo que los aviones de la Patrulla Aguila ponían en marcha sus motores. La amenaza del regreso de la lluvía no amedrentaba a sus pilotos, dispuestos a ofrecer al público la exhibición más completa que fuera posible en esas condiciones. El Eurofighter ejecutó una completa y preciosa exhibición, dando fe del estupendo rendimiento que un buen piloto puede sacarle a este gran caza. Sus motores iluminaban las oscuras nubes, mientras la condensación se aferraba a su fuselaje. Una vez finalizada su exibición, se situó frente al público al que saludó con su aerofreno, antes de rodar camino del punto de aparcamiento. Los aviones de la Patrulla Aguila ya se encontraban en la pista, e iniciaron su característico despegue en formación. Una vez en el aire se vieron obligados a ejecutar su exhibición "plana" debido al bajo techo de nubes, realizando una serie de pasadas frente al público en distintas formaciones, con la maestría que les caracteriza. La pasada en formación Plus Ultra, y el trazado de la bandera de España sobre el gris cielo, pusieron punto final a su exhibición, más corta de lo habitual, pero igualmente aplaudida por el numeroso público, que supo reconocer el mérito de unos pilotos que dieron lo mejor de ellos mismos pese a las malas condiciones meteorológicas. Sólo quedaba tiempo para ver como la lluvia volvía aparecer, esta vez con más intensidad, y para disfrutar de la imagen de la Patrulla Aguila que se dirigía a su estacionamiento con las luces de "cruce" encendidas, y casi en penumbra. |
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